viernes, 15 de octubre de 2010

Tulipanes

Tulipanes

El tulipán es una planta originaria de Turquía, de carácter bulboso que florece en primavera. Es especialmente apreciada por la belleza de su flor y la variedad de sus colores, por eso es muy útil para la ornamentación de jardines de todo tipo.
La planta alcanza una altura de entre treinta y sesenta centímetros, aunque hasta la primavera, su tallo, hojas y flores se encuentran encerradas de forma comprimida dentro del bulbo. Por su parte, las hojas poseen un color verde grisáceo y una forma lanceolada.
Los tulipanes son plantas que provienen de Asia central y occidental.
Existen aproximadamente unas 5000 especies, agrupadas en 15 familias, la
mayoría de las cuales son formas cultivadas a partir de la especie Tulipa
Gesneriana. Con una gran variedad de tamaños y formas sus flores muy
llamativas se utilizan fundamentalmente para decoración de parterres o
macizos de flores, con la posibilidad de combinar diferentes colores.
Últimamente se ha extendido mucho el cultivo en interiores con otras
bulbosas como jacintos o narcisos.

Nombre científico o latino: Tulipa spp.
Nombre común o vulgar: Tulipán, Tulipanes botánicos, Tulipanes darwin, Tulipanes flor de lys, Tulipanes papagayo.
Familia: Liliaceae (Liliáceas).
Origen: Asia Central. Es posible hallar tulipanes originales de Rusia, China y Francia. Está muy difundida en Holanda.
Etimología: el nombre proviene de un vocablo turco "tulban", que significa turbante.
Su clima:
Crecimiento:
Tamaño: Entre 30 y 60 cm, dependiendo de la variedad.
Floración: Primavera, ó 3 meses después de sembrados los bulbos.
Colores de flor:
Situación:Quedan muy bien en jardineras.
Una mezcla adecuada para maceta debe contener algo de arena, tierra de hoja y perlita, de modo que resulte un suelo suelto, aireado, ligero y bien drenado que, al regarlo con regularidad, no permita que se estanque el agua.
Multiplicación: El tulipán se renueva anualmente por bulbillos (pequeños bulbos que se desarrollan en la base del "viejo" bulbo), uno de los bulbillos toma mayor importancia, y el viejo bulbo se seca, siendo reemplazado por el nuevo. Se hable de bulbo de renovación anual.
La multiplicación se efectúa por separación de los bulbillos en el momento de la recolección (de 2 a 5 o más por bulbo). La multiplicación por semillas solo se realiza para obtener nuevos cultivares, que florecerán en 5 o 6 años.
La propagación comercial del tulipán está fundamentalmente en manos de los productores holandeses, debido por un lado es un elevado grado de tecnificación y por otro lado al tener las condiciones medioambientales adecuadas.
Riego: Se riegan frecuentemente hasta la floración; a partir de ese momento el riego debe ser moderado.
Se recomienda el riego localizado con 3 o 4 líneas portagoteros por mesa de plantación con emisores de 2 l/h, separados 30-40 cm entre sí. La cantidad de agua aportada puede reducirse una vez que se hayan formado las raíces.
El déficit hídrico puede originar que se formen las hojas antes que las raíces, lo cual favorece al aborto de los botones florales.
Luz: a pleno sol o semisombra.
Humedad: no hace falta pulverizar ni las hojas ni las flores.
Suelo: El drenaje del suelo debe ser bueno, ya que no soportan el encharcamiento.
Abonado: El nitrógeno provoca un excesivo desarrollo de las hojas en detrimento de la rigidez del tallo, la que es favorecida por potasio.

El exceso de N produce un desarrollo exagerado de las hojas en perjuicio de las flores, en el caso de la producción de flor cortada.

El tulipán es sobre todo exigente en K2O, pues el potasio mejora la síntesis y migración de los glúcidos hacia el bulbo y mejora la coloración de las flores.

El P2O5 favorece el crecimiento y evita los inconvenientes de un exceso de N.

Para el cultivo de bulbos normalmente se aplica el siguiente equilibrio: 1-0,5-2.

Se debe evitar en todo momento que el estiércol aportado esté fresco, ya que se incrementa el riesgo de contaminación de diversos hongos, especialmente Fusarium.

Abonado de fondo (por área).

-Sulfato amónico: 2 kg

-Superfosfato: 5 kg.

-Sulfato de potasa: 2 kg.

Abonado de mantenimiento (por área).

-Desarrollo de los bulbos: 2 g/l o 1 kg/área de 14-7-26, a partir de la primera hoja. Después de la "salida" de flor: nitrato potásico (2 g/l o 1 kg/área).

-Forzado: poco o nada de fertilización (ocasionalmente 3 kg/área de 10-20-20 en la plantación, y un mes después, en el caso de los cultivos a partir de bulbos a 5ºC.

En fertirrigación se recomienda utilizar nitrato potásico (13-0-40) y fosfato monoamónico (12-61-0), a una dosis de 2 g/m2 dos veces a la semana, durante todo el ciclo de cultivo.

El exceso de abonado puede favorecer la aparición de puntos de hojas quemadas, reduciendo así la calidad de la flor.
Su hábitat:Es una especie que resiste las bajas temperaturas, siendo sensible a condiciones de calor. Periodos con altas temperaturas producen una floración rápida con una altura deficiente.
La temperatura del suelo tiene incidencia directa sobre la duración del cultivo, se ha estimado que temperaturas entre 13-16ºC son óptimas para el desarrollo del tulipán. Sobre éstas incrementan la posibilidad de ataque de Fusarium oxysporum

Plagas:
NEMATODOS (Ditylenchus dipsaci).

Se trata de un diminuto gusanito de 1-2 milímetros que ataca a bulbos y cebollas de distintas especies y que, en condiciones favorables, puede causar daños más o menos importantes.

Las plantas atacadas presentan brotes anaranjados y retorcidos.

Las plantas enfermas deben arrancarse completamente y con tierra.

Este nemátodo causa necrosis del tallo y abultamientos y/o retorcimientos de las hojas y de las yemas.

Sobrevive en el suelo y en malas hierbas huéspedes y ataca a los bulbos y brotes jóvenes.

Los brotes se abultan típicamente, se deforman y se acortan.

Realiza una rotación de tres años sin cultivar tulipanes.

Destruye las plantas afectadas.

RemojaR los bulbos en agua caliente durante tres horas y treinta minutos a 43.5ºC de 15-20 días después de la recogida.

NEMATODO (Meloidogyne spp.).

Produce bultitos en las raíces muy típicos dentro de los que se encuentran estos diminutos gusanos.

MOSCA DEL NARCISO.

Las larvas de la Mosca del Narciso (Lampetia equestris) mide 15-20 milímetros y roen el bulbo. Hay una o máximo dos larvas por bulbo.
Los bulbos atacados vegetan mal y pueden morir si son pequeños. En las plantas mayores las hojas amarillean y la planta se debilita.

CARACOLES Y BABOSAS.

En lugares húmedos o después de lluvias, pueden causar daños en las plantas de Tulipán.
Se combaten con cebos de metaldehido.

MILPIES.

Roen los bulbos.

Enfermedades:

FUEGO DEL TULIPÁN (Botrytis tulipae).

Se trata de una enfermedad muy frecuente y grave, pues ataca a todos los órganos de la planta.

Los síntomas se manifiestan como hojas curvas y deformadas, no crecen los brotes y manchas circulares grisáceas en hojas y flores que avanzan rápidamente bajo condiciones de elevada humedad relativa y temperatura.

Los productores practican para su control lo siguiente:

Rotaciones de 4-5 años sin tulipanes.

No reutilizar los acolchados vegetales.

Tratamiento de los bulbos por pulverización con Tiram.

Pulverizaciones preventivas con Captan desde que se produce la brotación hasta la floración, al menos dos o tres veces.

FUSARIOSIS (Fusarium oxysporum f.sp.tulipae).

Se trata de una enfermedad también importante.

La infección se produce con más frecuencia a finales del periodo vegetativo, a consecuencia de los ataques de los hongos que proceden de los restos del viejo bulbo.

Los síntomas se manifiestan en los bulbos como una podredumbre seca en la base o del corazón, o momificación al final del almacenamiento.

Realiza rotaciones.

Seca de los bulbos.

Almacena los bulbos en lugares bien ventilados y evita heridas durante la conservación.

Tratamiento con Benomilo.

MAL DEL ESCLEROCIO (Sclerotium tulipae).

Si no se produce la brotación, el desarrollo del micelio del hongo tiene lugar en el cuello del bulbo, siendo éste de color blanco.

El interior del bulbo se vuelve gris-rojizo y se pudre en seco, pero mantiene las raíces sanas.

Para evitarlo se recomienda la desinfección de los bulbos y del suelo y no cultivar en el mismo terreno después de una bulbosa.

ROYA.

Numerosas y gruesas pústulas (bultitos) anaranjadas o amarillas en hojas causadas por Puccinia tulipae.

VIROSIS.

En flores se manifiesta por aparición de manchas claras (amarillas o blancuzcas); en las hojas zonas irregulares amarillentas.

También mosaico en hojas en forma de rayado amarillo y el raquitismo y anormal desarrollo de la planta con mala o nula floración.

Prevenir con tratamientos insecticidas contra los pulgones vectores y en el momento de la floración una inspección ocular para eliminar las plantas infectadas.

ENFERMEDAD DE AUGUSTA.

Llamada así debido a que fue en la variedad Augusta en la que se manifestó por primera vez en Holanda, siendo el agente acusante de la enfermedad el virus de la necrosis del tabaco o Tobacco Necrosis Necrovirus (TNV).

Los ataques pueden ser visibles desde el comienzo de la vegetación.

Las plantas nacen difícilmente, algunas permanecen enanas y mueren prematuramente.

Las hojas infectadas presentan manchas y estrías necróticas de forma redondeada u oval, dando lugar a un enrollamiento del limbo característico.

También aparecen largas estrías de color pardo en la base de las hojas y a lo largo de los tallos.

En las flores deformadas aparecen pequeñas manchas necróticas en estrías.

En los bulbos las manchas se vuelven necróticas, dando lugar a la completa desecación de las escamas.

Control:

Producción de bulbos clasificados.

Eliminación del material infectado.

Desinfección del suelo para eliminar el hongo vector del virus.
Se recomienda no cultivar en aquellos suelos en donde hubo un cultivo hospedante (tabaco, patatas, judías y varias malas hierbas) ni donde hubo tulipanes atacados por este virus.

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