lunes, 30 de mayo de 2011

La Costilla de Adán, versátil y hogareña

Si te gustan las plantas, pero no tienes un jardín o terraza donde poder desarrollar tus inquietudes botánicas, siempre te queda la opción de decorar tu hogar con una especie de interior. La costilla de Adán o Monstera Deliciosa es un recurso perfecto; los cuidados son muy simples y queda bien en cualquier rincón de la casa; incluso en aquellos donde otras no pueden sobrevivir.

Es una especie tropical de la familia de las aráceas que proviene del centro y el sur de América. Sus hojas van adquiriendo una forma muy peculiar en la madurez; entonces surgen en ellas una especie de cortes, similares a los surcos que recorren las costillas, para permitir el paso del aire y evitar su deterioro.

No sólo echa raíces bajo tierra, sino también sobre la superficie (raíces adventicias), para captar la humedad ambiental. En su región de origen, y creciendo de forma natural, esas raíces pueden llegar a colgar varios metros, por eso es considerada una planta trepadora; pero no te preocupes, en interiores su tamaño habitual es de poco más de 2 metros.

Si vas a adquirir una, fíjate en que tenga alguna hoja nueva; de no ser así tardará mucho en crecer. Estas hojas se distinguen por su color verde pálido, por no tener agujeros y por su tamaño, mucho más pequeño que las hojas maduras.

Multiplicación

La época de reproducción de la costilla de Adán es el verano, y la mejor forma de hacerlo es por esquejes, ya que la obtención de plantas madre mediante siembra sólo se puede realizar en climas tropicales. Los más aconsejables son los esquejes de tallos con yemas terminales, porque tardan menos en echar raíces que los de nudos (de seis a cuatro semanas).

Han de plantarse directamente en una maceta, manteniéndolos a una temperatura aproximada de 25º C. Se puede utilizar cualquier tipo de sustrato estándar y es conveniente abonarlos todas las semanas durante la época de crecimiento. Sólo una o dos hojas brotan cada año, así que dale tiempo y no desesperes.

La costilla de Adán produce unos frutos comestibles con un sabor dulce similar al del plátano. Pero no te preocupes si tu planta no los tiene, es muy raro que fructifiquen en interiores. En algunos lugares de Sudamérica se utilizan para elaborar refrescos.

Cuidados

Se desarrolla en óptimas condiciones a una temperatura media, nunca por debajo de los 10º C. Evidentemente, no debe recibir luz solar de forma directa, ya que al tratarse de una planta de interior no la toleraría. En cuanto al agua, es conveniente que la tierra esté siempre húmeda entre los meses de noviembre y marzo; el resto del año hay que dejar que se seque entre riegos.

Es probable que tu planta crezca y se extienda más de lo previsto. En tal caso, puedes cortarla, pero siempre por debajo de alguna de las raíces que salen de los tallos. Siguiendo su línea de crecimiento, el período de tiempo que puede mantenerse en la misma maceta es de aproximadamente dos años, cambiándola por una más grande en cada ocasión.

La salud está en las hojas

La costilla de Adán, y en general todas las plantas de hojas agujereadas, pueden subsistir en un considerable margen de condiciones ambientales; pero sólo en unas circunstancias especiales podrá desarrollarse plenamente. Precisamente el color de las hojas es el mejor indicio para conocer cuál es su estado de salud.

· Hojas amarillentas: la causa más probable será un exceso de riego durante el invierno. Déjala secar hasta que tenga mejor aspecto y después reduce la frecuencia.

· Manchas negras: se producen cuando las temperaturas son demasiado bajas.

· Hojas pálidas: tu planta no está bien alimentada. No dejes de abonarla, sobre todo en época de crecimiento.

· Hojas pálidas con quemaduras: se debe a una excesiva exposición directa a la luz del sol.

Cuando llegue el invierno y enciendas la calefacción, pulverízala frecuentemente para mantenerla húmeda.

Fuente: http://www.plantasyhogar.com

Cómo cuidar las orquídeas

Las orquídeas no crecen en un suelo normal de jardín. En su lugar, utilicen la corteza del abeto Douglas, en una proporción de 2 partes de de la corteza por una parte de perlita. La corteza se puede comprar en el mismo invernadero donde compren las orquídeas.

Es recomendable cambiar esta base una vez al año para que las orquídeas puedan drenar bien y crecer. Con un riego profundo una vez por semana es suficiente, con excepción de las plantas grandes o las muy pequeñas. Por lo general, la humedad del hogar, que es de alrededor de un 60% está bien para las orquídeas.

Incluso, el uso de humificadores para cuando el clima se vuelve muy seco, es excelente para las plantas como las orquídeas.

Dos veces al mes, hay que alimentar las orquídeas con abono orgánico, y dar un suplemento de nitrógeno, como el aceite de pescado que sobra en las comidas.

Las orquídeas son de las pocas plantas libres de dar problemas, porque no sufren plagas y enfermedades, de todos modos es conveniente usar un jabón insecticida para combatir la aparición de plagas más comunes, como la cochinilla, la escala y los ácaros. Si una planta tiene signos de enfermedad, lo mejor es aislarla, eliminar las partes infectadas con un cuchillo bien afilado, esterilizar y observar las recurrencias.

Mantener un jardín de orquídeas no es tan difícil, aunque tiene su truco, como ven, la humedad, el abono y la base de tierra especial compuesta por corteza de abeto, son claves para que crezcan flores grandes y bonitas.

Fuente: http://esjardineria.com/

Sistemas y métodos de Riego

Pronto se vendrá la primavera y ya has de ir pensando si estás conforme con tu sistema de riego o será el momento de hacer cambios. Desde luego, todo va en función de la extensión de tu jardín y del presupuesto del que dispongas y para que puedas realizar un mejor análisis, aquí te acercamos las opciones más habituales.

Ante todo definamos que se entiende por riego todo aquella acción artificial (diferente de la lluvia natural) que se realice para acercar agua al suelo de modo que quede accesible a los vegetales allí sembrados. Éste se clasifica primariamente en riego aéreo o subterráneo.

Dentro de los primeros, a su vez divido entre riego presurizado y riego superficial. El presurizado es bastante más efectivo a nivel foliar y suele abarcar mayor superficie a la vez que economiza el recurso hídrico; el superficial en tanto recorre la superficie a regar.

Estamos hablando directamente del suelo, y es eficaz en la medida que el agua llega directamente y con rapidez a la parte de la planta que más lo requiere, vale decir la zona radicular. El segundo, es decir el riego subterráneo, en cambio, requiere una pre instalación previa de cañerías especiales siendo una de sus ventajas el máximo aprovechamiento del agua y como desventaja señalo el costo mayor de la inversión inicial.

A la hora de elegir, recomiendo evaluar en base a los siguientes parámetros: extensión y tipo de cultivo, necesidad de frecuencia de riego, tipo de suelo (el factor más importante, ya que de eso depende el nivel de retención del agua) y posibilidades presupuestales de inversión. En caso de dudas, pide ayuda a un experto, nunca es gasto sino inversión.

Fuente: http://www.jardineria.pro
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