lunes, 18 de octubre de 2010

Regar plantas de interior

Regar las plantas de interior

¿Has puesto a cada especie en un sitio con una adecuada iluminación, temperatura y humedad ambiente? Perfecto.

Lo primero que debes verificar es que la maceta drena bien, que sale el agua por los agujeros inferiores cuando riegas. Para conseguir un buen drenaje, pon en el fondo de la maceta grava, trocitos de cerámica, arcilla expandida, etc..

El principal error en el cultivo de las plantas de interior es el riego en exceso; después viene la falta de luz. El agua estancada dentro de la maceta es mortal, pudre las raíces y la planta muere irremediablemente. En estas condiciones, los hongos que viven latentes en el suelo aprovechan la oportunidad y colonizan las raíces y el cuello.

Los síntomas por exceso de agua son variados pero uno de los más típicos es que las hojas se vuelvan amarillas.

Está comprobado que se mueren muchísimas más plantas por exceso de agua que por sequedad (más vale quedarse corto que pasarse e ir probando). Experimentación es la clave.

• Mira el aspecto de las hojas, de las flores y de la planta en general para saber cuándo necesita agua y cuándo no. Mete el dedo y comprueba si el sustrato está seco o húmedo.

• En caso de que esté pasando sed, los síntomas son: las hojas pierden brillo, tienen un color apagado, se abarquillan, amarillean, se caen o se quedan lacias.

• La mayoría de las Plantas de Interior prefieren un riego copioso y dejar que la tierra se seque un poco antes de dar otro. Aunque algunas deben tener el sustrato siempre húmedo, regando cada poco tiempo. Ejemplo extremo: la Azalea, que se debe regar casi a diario.

• Ten en cuenta que las plantas en época de crecimiento y de floración necesitan más agua que en la época de reposo, en la que se reducen los riegos. Durante el invierno riega poco y, a ser posible, con agua tibia.

• Cuando haga frío, no uses directamente agua del grifo, puede estar muy fría y el golpe térmico puede dañar las plantas. Usa mejor agua tibia o a temperatura ambiente, tanto para regar como para pulverizar.

• No hay "recetas" generales en cuanto al riego, ya que depende de las condiciones particulares de cada planta y lugar.

• Hay plantas que precisan un riego abundante, otras regular y otras bajo. Por ejemplo, precisan riego abundante: Culantrillo, Azalea, Hortensia, etc..

• Los Cactus y las Plantas Crasas necesitan poco riego; en invierno cero.

• Muchas Bromeliáceas consiguen la mayor parte del agua que utilizan a partir de una cavidad central que sirve de depósito, por lo que siempre debe estar lleno de agua. Cambia este agua 2 veces al mes. Un buen pulverizado en las hojas les viene muy bien también.

• Hay plantas que debes regarlas por el llamado 'método del platito'. Consiste simplemente en poner la maceta sobre un plato o cuenco con agua durante un rato y una vez que se ha absorbido por capilaridad, se retira. Riega por este método las siguientes plantas:

- Afelandra
- Azalea
- Begonia de flor y de hoja (B. rex)
- Brezo
- Ciclamen
- Culantrillo
- Espatifilo
- Nefrolepis o Helecho espada
- Violeta africana o Saintpaulia.

Conoce la calidad del agua de riego.

Si es caliza, puede provocar amarilleamiento en plantas sensibles a la cal (Azalea, Gardenia, Brezo, Rododendro, Camelia, Hortensia, etc.). También pueden manchar las hojas con depósitos de cal, que se limpian con un paño húmedo.

Se puede disminuir la dureza del agua con varios trucos caseros:

- Deja reposar en un cubo o regadera toda la noche. Así el cloro se evapora y la cal se deposita en el fondo. No apures todo el agua al regar con ella.

- Hierve el agua para reducir la dureza. Es otro método.

- Puedes añadir unas gotas de algún producto ácido como limón o vinagre.

Regar plantas de interior

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