Además, el leve tacto humano provoca que sus hojas bipinnadas se plieguen para evitar ser arrancadas.
Esta asombrosa capacidad de la Mimosa Púdica le ha hecho ganarse otros nombres como Sensitiva, Vergonzosa o Dormilona. Si quieres sorprenderte con este ejemplar, anímate a cultivarlo en casa ya que su mantenimiento no es complicado. Además, por sus necesidades y su imagen, se convierte en una planta apta para decorar y alegrar interiores.
Conócela un poco más
La Dormilona es originaria del sur del continente americano, más concretamente de Brasil, aunque sus condiciones de cultivo han permitido su extensión por Europa y Asia. Pertenece a la familia de las Favaceae, al igual que otros cultivos más conocidos, como pueden ser el guisante o la judía. No posee un vida larga, generalmente suele mantenerse durante cinco años, durante los cuales alcanzará una altura máxima de 1 m.
Lo más característico de esta familia y, cómo no, de nuestro arbusto, son sus hojas compuestas y bipinnadas. Cada una de ellas posee de doce a veinte pares de foliolos que se pliegan ante cualquier posible peligro y durante la noche, proceso conocido como fototropismo. Ten cuidado con sus finas ramas, contienen gran cantidad de espinas.
Durante el verano se llenará de florecillas de pequeño tamaño que conjugan los rosas más pálidos con los malvas más vistosos y llamativos. Cada una de las flores pediceladas puede llegar a alcanzar los 2 cm. de diámetro.
Los cuidados necesarios
Sin duda, la luz es una de las exigencias más comunes de todas las especies vegetales. En el caso de la Mimosa Púdica tendrá que ser directa y, al menos, seis horas de luz natural al día para asegurarnos un buen desarrollo de nuestro ejemplar.
Por su procedencia, deduciremos que se trata de una especie que gusta más de la calidez, que de bajas temperaturas. La Sensitiva puede soportar el frío, pero es más débil frente a las heladas. Por este motivo, es recomendable mantenerla siempre en lugares que superen los 13 ºC.
Si decidimos tenerla como cultivo de interior, lo mejor será elegir una maceta de gran tamaño, ya que sus raíces son también voluminosas. El sustrato que tendremos que proporcionarle se caracterizará por un fácil drenaje. Podremos abonar la planta utilizando productos nitrogenados, aunque esta tarea es prescindible.
Durante las estaciones de calor será necesario regar nuestra planta con agua abundante, que mantenga empapada la tierra, sin llegar a ahogarla. En cambio, en las estaciones frías, reduciremos la cantidad de líquido de forma drástica ya que el sustrato se mantendrá por más tiempo húmedo y la Vergonzosa sabrá extraer al máximo los nutrientes.
Mimos para la mimosa
Con la Dormilona deberemos tener en cuenta algunos consejos especiales. Por ejemplo, el mejor lugar para colocarla estará alejado de corrientes de humo que puedan producirse en la cocina o las chimeneas. También, evitaremos que se fume a su alrededor o en zonas muy cercanas, ya que esto afecta mucho a su desarrollo.
Aunque pueda parecer extraño hablando de una planta, nunca podaremos nuestro ejemplar. Sus hojas pueden parecernos secas o enfermas, pero no intervendremos. Otro de los mecanismos con los que cuenta la Mimosa Púdica es que es capaz de eliminar por si misma las partes muertas e inservibles.
La Sensitiva es una buena trepadora, por ello, si queremos que desarrolle al máximo esta capacidad, tendremos que tutorarla. Se trata de una tarea muy sencilla, buscaremos cañas que clavaremos en la tierra, alrededor de nuestra planta. Le servirán de guía y favorecerán su crecimiento en vertical.
La Mimosa Púdica necesita mucha energía para poder realizar las funciones fototrópica y de defensa. Por ese motivo, ésta no es una planta que debamos estar tocando o molestando a todas horas. Lo mejor es proporcionarle los cuidados básicos que ya conoces, y dejarla crecer libremente.
Nota: Articulo extraído de internet
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