Todas estas plantas bulbáceas necesitan unos cuidados muy similares, por lo que si las planta en una misma jardinera le será más fácil su cultivo. Su principal enemigo es el viento, por lo que es recomendable mantenerlas en el interior de los hogares.
Son ejemplares tolerantes a las bajas temperaturas invernales, pero si la base de sus tallos no dispone de hojas será conveniente acolchar su sustrato para proteger la raíz del frío. Para acolcharlo podemos simplemente añadir más tierra sobre la jardinera, de esta forma lograremos aportar nutrientes adicionales al sustrato. También se puede colocar paja.
Deberá colocar sus ejemplares en un lugar luminoso y semisoleado, regarlos frecuentemente, cada dos o tres días, sin mojar hojas ni flores. Además, al agua del riego deberá añadirle abono líquido cada 15 días.
Retire las flores según vayan marchitándose y corte el ejemplar cuando esté completamente seco. Después podrá guardar el bulbo para volver a plantarlo el año que viene si no aprecia en él deformaciones ni manchas.
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