Si el tiempo lo permite, para el verdadero aficionado a la jardinería siempre hay algo de que disfrutar o algo para hacer.
De hecho, tu rincón verde aún puede estar precioso, con las últimas flores de final del verano.
Información general
Cubre las vivaces con una capa de hojas, compost o una mezcla de abono y turba.
El pie de los rododendros, las azaleas y las hortensias deben protegerse del frío.
El suelo de las variedades de hoja perenne ha de mantenerse húmedo en lo posible. Acuérdate también de los setos perennes.
Envuelve el lugar del injerto de los rosales con paja o con una mezcla de abono y hojas, o haz uso de un 'collarín' para rosales.
En el caso de los ejemplares de pie, envuelve con paja el lugar del injerto y las ramas; otra opción menos bonita, aunque sí efectiva, consiste en cubrir con una bolsa de basura la cabeza del rosal y atarla por debajo del injerto de escudete. También se venden unas fundas especiales de protección.
Ata juntas las variedades altas de gramíneas, como el carrizo de las pampas; protege también el cepellón de raíces.
Coloca las macetas no resistentes a las heladas en un lugar protegido. Limpia macetas y cubetas y ponlas boca abajo. Vacía la manguera de riego y cierra el grifo de fuera.
Construye comederos para los pájaros.
Plantación
Mientras no hiele, todavía es posible plantar arbustos, rosales y vivaces. Si todavía no has cultivado bulbos de primavera, aún es tiempo de hacerlo, siempre y cuando no hiele. Cubre todos los ejemplares recién plantados con una capa de hojas, estiércol podrido u otro material orgánico. Esto evita que el suelo se seque, a la vez que protege contra las heladas y mejora el crecimiento. Riega adicionalmente el plantío.
Si quieres trasplantar trepadoras y arbustos de hoja caduca resistentes a las heladas, hazlo después de los primeros días de heladas nocturnas. Riégalos lo suficiente.
Trabajos de poda
Si el seto ha crecido demasiado a lo ancho, ahora es el momento de podarlo rigurosamente. Esto es válido tanto para los perennes como el tejo, como para la mayoría de los setos de hoja caduca. Las coníferas no se incluyen aquí, puesto que normalmente ya no vuelven a brotar en la madera vieja.
Una valla o una red metálica cubiertas con hiedra pueden considerarse casi un seto. Por eso también hay que recortar hasta cerca de la valla los brotes que hayan crecido demasiado. También puedes cortar ahora la glicina que crece a lo largo de una tapia o pérgola. Elige algunas ramas jóvenes y átalas juntas, así dispondrás de más espacio para podar. De las ramas viejas debes recortar las ramitas laterales hasta aproximadamente 10 cm, justo por encima de un botón.
Césped
Antes de que empiece el invierno hay que segar una vez más, y espolvorear de vez en cuando con algo de turba y abono. Tendrás que retirar las últimas hojas caídas. Si quieres que para la siguiente temporada el césped esté aún más bonito, airéalo con una horquilla de jardín.
Bulbos estivales y plantas de cubeta
Si no has desarraigado las dalias, begonias y cañas indias porque en octubre estaban aún en plena floración, ha llegado el momento de hacerlo. Sacude la tierra de los tubérculos y quita las partes dañadas si las hubiera. Déjalos que se sequen en un lugar abrigado.
Tan pronto como los tubérculos y bulbos estivales estén secos, hay que envolverlos en papel de periódico o colocarlos en una cajita con polvo de turba, y guardarlos en un lugar libre de heladas.
A todas las variedades de plantas de cubeta sensibles a las heladas les corresponde estar ahora dentro de casa, si es que quieres volver a disfrutar de ellas el próximo año. Pon juntas las macetas de, por ejemplo, hostas contra la pared de la casa (casi siempre el sitio más cálido). Proporciónales una cubierta de hojas, y rellena con las hojas los espacios entre las macetas. Riega con regularidad las formas podadas de arbustos, como el boj.
En el huerto
Tan pronto como los frutales hayan perdido sus hojas, hay que podarlos: es la llamada poda de rejuvenecimiento. También tendrás que cosechar las últimas frutas y verduras. Puedes dejar algunas variedades de col; la col ornamental proporcionará algo de color a tu jardín invernal.
Mediados de noviembre es la mejor época para cultivar los árboles frutales jóvenes. Si todavía tienen hojas, quítaselas antes de proceder a la plantación.
Estanque
Una de las tareas más habituales será la de retirar las hojas caídas. Asimismo, si es necesario, tendremos que aclarar o quitar el follaje viejo de las acuáticas.
Ocúpate de que el estanque no se hiele por completo; los peces, las ranas y otros animalitos necesitan oxígeno. Pon en el agua un trozo de espuma de poliestireno o un par de pelotas de tenis. Esto evita que el estanque se hiele del todo. También puedes hacer uso de un manojo de cañas atadas.
Dentro de casa
Riega con moderación las plantas de cubeta, fucsias y geranios que invernen dentro de casa. A finales de noviembre ya puedes poner en el salón los primeros bulbos 'adelantados' (en octubre).
Si deseas tener alrededor de Año Nuevo bulbos en flor (tulipanes, jacintos) dentro de casa, has de cultivarlos de modo que las puntas se encuentren al mismo nivel que la tierra en la maceta o en la fuente. Por su parte, los crocus deben estar un par de centímetros por debajo de la tierra, y los narcisos justo un par de centímetros por encima.
Cúbrelos si quieres con una capita de musgo, para que la maceta o la fuente tengan desde el principio un aspecto atractivo. Los que no se vayan a usar más que una vez incluso se pueden poner sólo en agua. Piensa, por ejemplo, en los vasos especiales para jacintos, y experimenta alguna vez con otros bulbos.
Pon las macetas o fuentes en un lugar oscuro y fresco (a unos 12° C). Después de unas ocho semanas, la mayoría de los tubérculos habrá formado brotes.
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