Pero contradictoriamente a lo que puede parecer, lo habitual es cambiar de residencia temporalmente, realizar viajes… en definitiva, no estar en casa mucho tiempo y por ello descuidar un poco a nuestras plantas y jardín. Esto no es excusa para saber que hay un calendario del jardín en agosto que hay que cumplir. Nuestras plantas no se van de vacaciones.
En España, el mes de agosto es algo menos cálido que el de Julio y los días comienzan a ser más cortos. Con ello, vemos que las plantas comienzan a vegetar mejor y algunos frutales como los naranjos vuelven a tener una segunda brotación.
En el huerto:
Es la época ideal para recolectar hortícolas como melones y sandías.
Como siguen las altas temperaturas, podemos hacer alcorques alrededor de los frutales para ayudar a recoger y utilizar mejor el agua del riego.
Trascurridos unos días del riego, remover la capa superficial del terreno para evitar que se pierda agua por transpiración y distanciar así los riegos.
Ir preparando el terreno para la plantación de hortícolas de cara al otoño.
Más que sembrar, aun podemos transplantar algunas hortícolas como lechugas, pimientos, calabazas, tomates y pepinos para acelerar su cultivo y llegar a recolectarlas antes de que lleguen los fríos.
Podamos las ramas dañadas de los árboles e ir formando sus ramas según los tengamos en forma de vaso, palmeta, cordón, etc.
Recoger semillas de aquellas hortícolas y aromáticas que sea posible para la siembra el próximo año.
Tomates en la mata
En el césped:
Las variedades que agostan en esta época del año comienzan a brotar.
Regar con cierta frecuencia a primeras horas del día o últimas de la tarde, pero que nunca lleguen las plantas a la noche mojadas.
Controlar plagas como las orugas o enfermedades como la roya.
Segar con un corte medio cada semana para favorecer la transpiración del césped.
Abonar a las dosis más bajas e ir pensando en abonos que lo fortalezcan de cara al otoño, más ricos en potasa y menos en nitrógeno.
Si hay que resembrar zonas, pensemos que el buen tiempo se acaba, hay que hacerlo ya.
En el jardín:
Si podemos, “podar en verde” los árboles, eliminando aquellas ramas aun jóvenes pero que no nos gusta donde o como crecen. Con ello eliminaremos podas más duras en invierno.
Limpiar las flores secas y rebajar las plantas para favorecer la emisión de nuevas.
Limpiar las plantas de temporada que seguro estarán muy castigadas para aprovecharlas al máximo, si bien ya tenemos que estar pensando en las plantas de temporada de otoño.
Mantener los riegos con frecuencia.
Vigilar las plagas y enfermedades, aplicando tratamientos preventivos en especial contra cochinillas, orugas y muy en especial la araña roja ya que las altas temperaturas y humedad relativa baja favorece su desarrollo.
Recoger semillas de aquellas plantas que sea posible para la siembra el próximo año.
En las plantas de interior:
Seguir abonando en cada riego pero a las dosis recomendadas más bajas.
Controlar la humedad ambiental ya que necesitará ser aumentada, sobre todo las plantas de hojas grandes.
Si queremos tranplantarlas a una maceta ligeramente mayor, debemos de realizarlo durante este mes.
Tratamientos preventivos de triple acción serán suficientes para evitar plagas y enfermedades. Cuidado con los ácaros.
Si nos ausentamos, procurar dejar reservas de agua a disposición de las plantas.
En la terraza:
Seguir regando casi a diario.
En plagas, la araña roja y orugas serán las más frecuentes.
Abonar con cada riego pero a las dosis recomendadas más bajas, y si estos son muy frecuentes… alternar riegos con y sin abono.
Aprovechar al máximo las plantas de temporada que tengamos e ir pensando en sustituirlas durante el mes próximo por las de otoño.
Para que los rosales sigan floreciendo hay que cortar las rosas, ideal ir cortando las ramas del año a unos 5 cm del punto de inserción del tallo principal.
Si no hemos podado las aromáticas, hacerlo en este mes para que comience de nuevo su brotación de cara a septiembre.
Fuente elreinoplantae.blogspot.