Ante todo definamos que se entiende por riego todo aquella acción artificial (diferente de la lluvia natural) que se realice para acercar agua al suelo de modo que quede accesible a los vegetales allí sembrados. Éste se clasifica primariamente en riego aéreo o subterráneo.
Dentro de los primeros, a su vez divido entre riego presurizado y riego superficial. El presurizado es bastante más efectivo a nivel foliar y suele abarcar mayor superficie a la vez que economiza el recurso hídrico; el superficial en tanto recorre la superficie a regar.
Estamos hablando directamente del suelo, y es eficaz en la medida que el agua llega directamente y con rapidez a la parte de la planta que más lo requiere, vale decir la zona radicular. El segundo, es decir el riego subterráneo, en cambio, requiere una pre instalación previa de cañerías especiales siendo una de sus ventajas el máximo aprovechamiento del agua y como desventaja señalo el costo mayor de la inversión inicial.
A la hora de elegir, recomiendo evaluar en base a los siguientes parámetros: extensión y tipo de cultivo, necesidad de frecuencia de riego, tipo de suelo (el factor más importante, ya que de eso depende el nivel de retención del agua) y posibilidades presupuestales de inversión. En caso de dudas, pide ayuda a un experto, nunca es gasto sino inversión.
Fuente: http://www.jardineria.pro
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