jueves, 13 de enero de 2011

La Peonía

Originaria de Asia, actualmente su cultivo se expande en las regiones más templadas.

Pertenece a una familia que cuenta con más de quince especies diferentes. Es una de las ranunculáceas más atractiva por el abanico de colores en que se presenta: rosa, rojo, blanco, crema, bicolor, entre otros.

Con su aspecto romántico, es usada mayormente con fines ornamentales. La flor en sí posee cinco sépalos y el número de sus pétalos varía entre cinco y diez, aunque algunas especies poseen muchos más debido a la aparición de flores dobles.

La Peonía es una planta perenne de tubérculos subterráneos que posee gruesas raíces fasciculadas y carnosas. Uno de los componentes de esta flor que más destaca, es su impresionante tallo que puede llegar a superar el metro de longitud.

Las hojas que abrigan a la peonía se subdividen en lacinias y se presentan de forma alterna. El fruto es una vaina en la que se encierran multitud de semillas de color negro brillante.

El ambiente más proclive para su buen crecimiento es la posición intermedia entre sombra y sol. El terreno más propicio para un desarrollo excelente es el que presenta cierto grado de humedad, que se mantiene fresco y con un buen drenaje. La tierra debe regarse lo necesario si está en una zona muy soleada para evitar que se seque.

La peonía es parte de investigaciones médicas, son numerosos los laboratorios que experimentan con las diferentes cualidades de esta flor. Entre sus propiedades se cuentan las de antitusivo, sedante, antiepiléptico, antidotoso, laxo-purgante, emético y antiespasmódico. Incluso en tiendas especializadas se encuentra en gel para reducir las várices, cicatrizar las heridas y aliviar las piernas cansadas.

Algunos consejos
Las de flores simples o semidobles no necesitan tutores, en cambio, las de flor doble precisan un buen soporte para evitar que se desplomen con la lluvia.

Se puede utilizar para la creación de orlas, bacanales, para la formación de grupos aislados y como flor cortada para arreglos florales.
Aparte de que el suelo debe drenar bien y sea fresco, también es necesario que sea rico en materia orgánica.

Si no florece es porque puede estar en un sitio con demasiada sombra, o porque se haya plantado a demasiada profundidad, o bien porque sus raíces deben competir con otras plantas o árboles.

Si no se desarrolla bien, puede ser porque el clima de la zona donde está ubicada, es demasiado cálido.

Si tiene manchas rojas en las hojas, puede ser causado por una enfermedad. Se deben suprimir y tirar las hojas y tallos enfermos.

Artículo Original de portaldeljardin.

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