jueves, 13 de enero de 2011

Ciprés de Arizona

Árbol que puede alcanzar 20 m de talla, con la copa densa cuando joven y ramificaciones horizontales.
Ciprés de Arizona

Corteza fibrosa y agrietada, de color pardo grisáceo oscuro. Hojas escamiformes de color verde grisáceo o azulado, con glándulas de resina; ápice agudo, saliente.

Desprenden fuerte aroma. Inflorescencias masculinas terminales, de color amarillo. Inflorescencias femeninas terminales, de color verde.

Conos globosos u oblongos, de 2.5-3 cm de diámetro, formados por 6-8 escamas. Son azulados, pasando a pardo-grisáceos cuando maduran. Maduración bianual. Escamas con ombligos poco marcados. Los conos suelen aparecer en grupos y permanecen en el árbol cerrados durante mucho tiempo. Contienen numerosas semillas.

Su nombre viene del griego kus y parisos, que significa 'crecer igual', haciendo referencia al tipo de crecimiento uniforme propio de los cipreses.

Las variedades más comunes son la 'conica' y 'glauca', ya que su estética es muy agraciada en parques y jardines.

Se trata de un árbol muy utilizado para formar setos de separación, gracias a su rápido crecimiento y a la compacidad de su forma.

Sus hojas, perennes, son escamiformes, muy aromáticas, de color verde oscuro e imbricadas, con pequeñas glándulas que desprenden resina.

Floración
Se trata de un genéro conífero, que presenta conos femeninos globosos de diámetro reducido, compuestos por siete u ocho escamas. A medida que maduran, pasan de un tono verde azulado a otro más pálido. Permanecen cerrados gran parte del tiempo, liberando las semillas una vez se ha secado el cono.

Los cuidados

Riego
La arizónica es un árbol todoterreno, y sobrevive perfectamente con las lluvias. Si está falta de agua, veremos cómo sus hojas comienzan a adoptar un tono amarillo, indicativo de que está secándose. Riégala una vez a la semana con poca agua cuando sea joven, ya que es el momento de mayor debilidad. En épocas de excesivo calor estival, agradecerá un riego nocturno de vez en cuando.

Luz
Puedes plantarla a pleno sol sin ningún problema. En invierno, soportará las heladas más frías.

Tipo de suelo
Se adapta a cualquier tipo de terreno, aunque prefiere suelos ricos en carbonato cálcico y poco húmedos.

Abonado
En verano, enriquece el terreno de los árboles más jóvenes con un poco de fertilizante de liberación lenta.

Reproducción
Podemos coger las semillas del interior de los conos una vez se han abierto. Conviene estratificarlas en frío al menos cuatro semanas, metiéndolas en la nevera a una temperatura de entre 3º C y 6º C. Pasado ese tiempo, podemos plantarlas ya en el exterior, enriqueciendo el suelo con humus.

Poda
Mientras se va formando el seto, podemos podar los árboles más jóvenes dos veces al año, en el mes de julio y en septiembre. Una vez haya alcanzado el tamaño que deseamos, debemos realizar una poda profunda al comienzo de cada otoño. El resto del año podemos ir haciendo ligeras podas de forma.

Curiosidades

El polen de la arizónica tiene una gran capacidad alergénica, por ello debemos evitar plantarla si algún miembro de nuestra familia es muy alérgico. Su época de mayor polinización comienza en noviembre y se prolonga hasta febrero.

Además de formar setos, la arizónica también se planta por separado alrededor de cultivos agrícolas para frenar la fuerza del viento, gracias a su compacidad.

Si se deja crecer libremente, puede llegar a alcanzar más de 18 metros de altura.

Su madera tiene importantes usos en carpintería, y con ella se han construido multitud de pilares para sustentar el techo de las minas.

A pesar de crecer rápidamente, se trata de un árbol que puede vivir varios cientos de años.

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